Fue uno de los descubrimientos del Salón del Cómic de este año. Whakoom es una herramienta que ayuda al coleccionista a controlar fácilmente los cómics que tiene, los que quiere y los que le faltan. De esta manera se solucionan problemas comunes como la compra de un cómic duplicado o irse de la tienda sin haber comprado nada por no recordar el número que falta de tal o cual colección.
Silvia Ferrando, que estudió Diseño Gráfico Publicitario en Argentina cuando “las tecnologías aún no habían llegado a mi hogar”, en su segundo año de carrera fue cuando se hizo con un ordenador de segunda mano y contrataron Internet en casa. Al finalizar sus estudios, la tecnología llamó a su puerta, justo al trasladarse a Buenos Aires donde no tardó en incorporarse al sector digital. Y no fue una casualidad ya que, como confiesa, desde siempre se había interesado por la tecnología.
Tras un viaje a España se enamoró de la ciudad de Barcelona donde nació proyecto, en el que se encarga del diseño, la usabilidad o la experiencia de usuario entre otras cosas. La idea surgió de la experiencia de su socio, Sergio Manzanera, coleccionista desde la infancia, al que conoció trabajando en el sector editorial. “Sergio se encontró un día con que había comprado hasta 5 veces el mismo ejemplar. Aunque esto parezca increíble, muchos de nuestros usuarios nos cuentan experiencias similares regularmente”, comenta Ferrando. La idea estaba en un cajón y fue la propia Silvia Ferrando la que animó a su socio a retomarla. Al equipo se unió Rubén Gómez, que se encarga del desarrollo de software y ahora esperan poder ampliar pronto la plantilla.
Lo que animó a emprender a Ferrando “fueron las ganas de salir de la rutina y la motivación de crear algo nuevo y original que supusiera un reto en mi carrera. Además, la idea me apasiona y disfruto de poder trabajar haciendo lo que me gusta”. Una aventura que, asegura, le ha cambiado la vida.
Base de datos colaborativa
Whakoom es una base de datos colaborativa donde los propios usuarios registran los cómics que van comprando. Cuando un lector añade un nuevo título la base de datos, este queda disponible para los próximos usuarios que deseen añadirlo a sus colecciones. De esta manera, se controlan los números que faltan para completar una colección, por lo que se ahorra tiempo. También avisa al usuario cuando se publica un cómic nuevo de las series que sigue y, a través de la plataforma, se pueden consultar las novedades que publican las editoriales semanalmente.
“Además cuenta con un componente social, ya que puedes cotillear lo que quieren o se van comprando tus amigos, simulando la experiencia que vivimos de pequeños cuando cada mes nos llegamos a casa de un colega a preguntarle qué cómics había descubierto y cuáles te recomendaba”, explica Ferrando.
La emprendedora participó del proyecto desde el principio, en la definición y diseño de las funcionalidades de una app que se sigue mejorando y actualizando constantemente. “A nuestros ojos, el producto nunca estará terminado porque nos dedicamos a hacer software y queremos brindar el mejor servicio”, asegura. Para ello analizan el comportamiento de los usuarios y se hacen encuestas para definir los siguientes pasos “y cada actualización está enfocada a mejorar la experiencia del usuario en nuestras plataformas”.
Metodología Lean Startup
Para emprender con su nueva empresa, los dos socios dejaron sus trabajos e invirtieron sus ahorros, para dedicarse en exclusiva a su proyecto. “Trabajamos siguiendo la metodología Lean Startup, lo que nos permitió tener listo en poco tiempo un MVP (producto viable mínimo (MVP, del inglés Minimum Viable Product) que lanzamos como versión beta. Usamos Twitter para pedir voluntarios que quisieran probar esta versión de prueba (en ese momento solo en plataforma web) y, para nuestra alegría, recibimos muchas solicitudes”, recuerda Ferrando. Con el feedback de los usuarios se llevaron acabo mejoras y se aseguraron de estar preparados para soportar el tráfico antes de su lanzamiento oficial en 2013.
También contaron con el asesoramiento de Barcelona Activa donde se incubaron durante tres años. Y, por último, consiguieron dos préstamos participativos de Enisa e ICEC, para seguir desarrollando el proyecto. Actualmente en España no existe ninguna empresa similar, algo que “es una ventaja ya que no tenemos competencia, pero también es una desventaja porque, al ser el primero, no puedes valerte de la experiencia de otros y eres tú quien tiene que inventar las reglas y cometer los errores”.
Servicio freemium
Como explica esta emprendedora, la base de su negocio es la tecnología sin la cual no podrían ofrecer ninguno de sus servicios a los usuarios. En Whakoom se han utilizado una mezcla de varias tecnologías, “principalmente entorno Microsoft con Asp.Net para la parte Web y la Api, Xamarin.Forms para la App en Android e iOS y Solr para las búsquedas”. En cuanto a los problemas derivados de la tecnología que han tenido que superar, Ferrando asegura que “siempre vienen dados por las necesidades de nuestros usuarios, a quienes nos gusta cuidar mucho”, como el hecho de lanzar las aplicaciones de iOS y Android “con un equipo de trabajo reducido y en poco tiempo”. Whakoom ofrece un servicio freemium.
Al contrario que muchas compañías, Ferrando asegura que prefiere comunicarse con sus usuarios a través de sus propias plataformas y no tanto por las redes sociales, aunque cuentan con perfiles en Facebook, Twitter e Instagram. “Nos gusta recibir dudas y sugerencias de los usuarios, por lo que mayoritariamente usamos las redes como canales de atención al cliente”. Unos clientes que son amantes de los cómics, además de coleccionistas “lo que significa que no se conforman con leer un cómic, si les gusta, necesitan tenerlo”.
De su experiencia como emprendedora, Silvia Ferrando hace un balance positivo. “Para mi es una experiencia increíble y aunque hay momentos difíciles, el esfuerzo definitivamente vale la pena. Ver que miles de personas usan nuestro producto cada día nos llena de orgullo y nos motiva para seguir adelante”, asegura. Una experiencia para la que recomienda “tener la mente abierta y ser flexible”.
Consejos para emprendedoras
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Tener un buen plan que te permita aguantar económicamente ya que todo emprendimiento requiere tiempo y deberías poder trabajar sin que nada te distraiga o te obligue a cambiar el rumbo.
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Superar los miedos (todos los tenemos) y lanzarse, siempre escuchando y aprendiendo de los usuarios.
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Que no se dejen desalentar por las circunstancias difíciles ni por otras personas, emprender no es fácil, pero hay que ser paciente y perseverante, confiar en una misma, en tu idea y en tus instintos. Si no te lo crees tú misma, nadie más lo hará.