Los auriculares inalámbricos se han convertido en un complemento de moda. Ya no nos vale sólo que la música se oiga perfecta, sino que también tienen que ser bonitos, elegantes, cómodos y muchas otras cosas. En Gadwoman sabemos lo difícil que es elegir un modelo u otro, así que hemos probado los Crushed Wireless de Skullcandy, una versión inalámbrica de los emblemáticos auriculares de la marca, y os contamos qué nos han parecido.
Ya de entrada, sólo viendo el packaging nos podemos hacer una idea de cómo va a ser lo que hay dentro. Un diseño sobrio y elegante pero también moderno, donde todo está perfectamente encajada y colocado, incluida una bolsa de tacto suave para guardarlos.
Además de la calidad de sonido Premium que ya viene siendo habitual en los Crusher se han incluido otras características que ayudan a crear esta sensación envolvente, y casi diríamos que aislante, como el aislamiento del ruido exterior. También cuentan con micro integrado con el que hacer y recibir llamadas que se complementan con la funcionalidad Bluetooth. El proceso de conexión con el smartphone es bastante sencillo. Basta con mantener apretado el botón de encendido y buscar en el bluetooth del smartphone, conectarlos y listo para funcionar.
Autonomía y estética
Pero tanta tecnología necesita de una buena batería, y en este caso, según sus fabricantes los auriculares cuentan con una autonomía de hasta 40 horas en uso y que se carga a través de un cable micro USB. La gracia es que los auriculares cuentan con un sistema inteligente que los apaga cuando detecta que no se están usando, así que el gasto de batería se reduce bastante. La libertad que te proporcionan los auriculares inalámbricos es genial pero he reconocer que da una pereza infinita tener que recargarlos. Cierto es que si los usas todos los días es una rutina más como cargar el móvil.
En cuanto al diseño, mantienen la línea estética del Crusher tradicional, pero, entre otras cosas se han mejorado las almohadillas con una espuma con memoria para que se adapte mejor a cada usuario. Si tenemos que llevarlos puestos durante mucho tiempo, son bastante cómodos, sin esa sensación de que nos están empezando a apretar. La diadema se puede regular para adaptarla nuestra cabeza ajustándose perfectamente. También llama la atención que se puedan plegar para guardarlos de forma sencilla. Algo que es de agradecer sobre todo si llevas un bolso lleno de cosas paseando por toda la ciudad.
En este sentido, una pequeña pega fácilmente subsanable: los materiales no son de una calidad premium por lo que es bastante posible que si los llevas sueltos por el bolso se acaban marchando o marcando. Algo que puedes solucionar introduciéndolos en la bolsita que traen cuando ya no estén usando.
En definitiva, los Skullcandy Crusher Wireless son una estupenda opción Buena calidad de sonido y de diseño que los hacen cómodos para utilizar en el día a día. Su precio es de 150 euros.