Los auriculares inalámbricos se han convertido en un complemento de moda. Ya no nos vale sólo que la música se oiga perfecta, sino que también tienen que ser bonitos, elegantes, cómodos y muchas otras cosas. En Gadwoman sabemos lo difícil que es elegir un modelo u otro, así que hemos probado los Crushed Wireless de Skullcandy, una versión inalámbrica de los emblemáticos auriculares de la marca, y os contamos qué nos han parecido.
Ya de entrada, sólo viendo el packaging nos podemos hacer una idea de cómo va a ser lo que hay dentro. Un diseño sobrio y elegante pero también moderno, donde todo está perfectamente encajada y colocado, incluida una bolsa de tacto suave para guardarlos.
Pero antes de seguir con el diseño puro y duro, empecemos por el principio, el sonido. Para este modelo, SkullCandy ha mantenido la misma tecnología utilizada en otros dispositivos de la gama Crusher y el sonido estéreo pero ha añadido un amplificador integrado. ¿Y esto para qué sirve? Pues enciende a la vez los drivers del audio y los de la inmersión estéreo. El resultado: una sensorialidad dual y una respuesta de bajos estéreo, con bajos direccionales que pueden sentirse sin sacrificar la calidad del audio. Además, estos bajos se pueden controlar de forma háptica, que también se puede personalizar. Es decir, tan sólo con deslizar un dedo por encima del control puedes ajustar los bajos a tu gusto. Muy cómodo ya que no tienes que quitártelos y dejar de escuchar la música para controlarlos. Solo es pillarle en tranquillo para quedarte en el punto justo. Tiene gracia la vibración física y que percibes que hacen los auriculares con los bajos de las canciones. Pero tranquila, que se puede desactivar sin problema.
Además de la calidad de sonido Premium que ya viene siendo habitual en los Crusher se han incluido otras características que ayudan a crear esta sensación envolvente, y casi diríamos que aislante, como el aislamiento del ruido exterior. También cuentan con micro integrado con el que hacer y recibir llamadas que se complementan con la funcionalidad Bluetooth. El proceso de conexión con el smartphone es bastante sencillo. Basta con mantener apretado el botón de encendido y buscar en el bluetooth del smartphone, conectarlos y listo para funcionar.
Los controles de volumen y música (el del micro también) están colocados en el propio cuerpo de los auriculares, concretamente en el lateral, justo antes de la almohadilla. En un lado se encuentran los de música y volumen y en el otro el control de bajos. Cambiar de canción es tan fácil como rascarte la cabeza, además, como los botones sobresalen un poco es fácil encontrar el que necesitas.
Autonomía y estética
Pero tanta tecnología necesita de una buena batería, y en este caso, según sus fabricantes los auriculares cuentan con una autonomía de hasta 40 horas en uso y que se carga a través de un cable micro USB. La gracia es que los auriculares cuentan con un sistema inteligente que los apaga cuando detecta que no se están usando, así que el gasto de batería se reduce bastante. La libertad que te proporcionan los auriculares inalámbricos es genial pero he reconocer que da una pereza infinita tener que recargarlos. Cierto es que si los usas todos los días es una rutina más como cargar el móvil.
En cuanto al diseño, mantienen la línea estética del Crusher tradicional, pero, entre otras cosas se han mejorado las almohadillas con una espuma con memoria para que se adapte mejor a cada usuario. Si tenemos que llevarlos puestos durante mucho tiempo, son bastante cómodos, sin esa sensación de que nos están empezando a apretar. La diadema se puede regular para adaptarla nuestra cabeza ajustándose perfectamente. También llama la atención que se puedan plegar para guardarlos de forma sencilla. Algo que es de agradecer sobre todo si llevas un bolso lleno de cosas paseando por toda la ciudad.
En este sentido, una pequeña pega fácilmente subsanable: los materiales no son de una calidad premium por lo que es bastante posible que si los llevas sueltos por el bolso se acaban marchando o marcando. Algo que puedes solucionar introduciéndolos en la bolsita que traen cuando ya no estén usando.
Están disponibles en dos versiones, una completamente negra (mate) y otra blanca con la diadema gris y las almohadillas en un tono camel, ideal para el otoño.
En definitiva, los Skullcandy Crusher Wireless son una estupenda opción Buena calidad de sonido y de diseño que los hacen cómodos para utilizar en el día a día. Su precio es de 150 euros.