El verano es el periodo del año ideal para ir de vacaciones…menos para los ladrones y cibercriminales, ya que para ellos es una época muy productiva y no descansan.
Según la encuesta de Kaspersky Lab “Consumer Security Risks” llevada a cabo por B2B Internacional y Kaspersky Lab, uno de cada seis usuarios ha experimentado la pérdida o robo de su dispositivo móvil (ordenador portátil, smartphone o tablet) en los últimos 12 meses. A la pérdida del dispositivo en sí, hay que añadir el daño colateral de la pérdida de datos e información personal, con el drama que esto suele suponer para los usuarios.
En definitiva, si perdemos o nos roban el móvil, ¡el drama está asegurado! Los smartphones se han convertido en una parte irreemplazable de nuestro día a día – en el trabajo, en casa, o socializando con amigos y familiares. Pero, ¿qué ocurre si uno de estos dispositivos móviles se pierde, lo roban o se estropea? ¿Qué pasa con las fotos de las vacaciones o el vídeo de los primeros pasos de un hijo, los mensajes con amigos o las contraseñas para redes sociales, banca online…? ¿Desaparecen con el dispositivo? En otras palabras, los usuarios guardan todo tipo de información en sus dispositivos móviles, y muchas veces, los datos son más valiosos que el propio dispositivo.
Si los datos caen en las manos equivocadas, las consecuencias pueden ser desastrosas: la información confidencial de una empresa, las cuentas de redes sociales, servicios de email y banca online pueden estar comprometidos. Afortunadamente, hay una forma de reducir significativamente el riesgo de futuras crisis.
Además de las clásicas precauciones que se suelen tomar: proteger los objetos valiosos, no enseñarlos en público, prestar atención a los carteristas en las zonas con más afluencia turística, hay otras medidas que hay que tener en consideración para prevenir el robo de datos y del dispositivo mientras estamos de vacaciones.
El consejo número uno es apuntarse el código IMEI (International Mobile Station Equipment Identity, una especie de matrícula del coche para teléfonos) y los números de nuestra compañía telefónica en caso de robo o pérdida del dispositivo (recordad que en el extranjero los números de teléfono a los que hay que llamar pueden ser distintos de los normales, por tanto, aseguraros de tener con vosotros los contactos correctos).
Para limitar los daños derivados de un robo o de la pérdida de los datos personales o para procurar recuperar el dispositivo, seguid las siguientes indicaciones:
- Llamad al teléfono. En el mejor de los casos, hemos olvidado el teléfono en algún lugar y lo escucharéis sonar; y quizás alguien lo haya encontrado y se ponga en contacto con vosotros para deciros dónde está.
- Solución de seguridad. Si localizarlo ha sido “misión imposible”, tomad inmediatamente ciertas medidas para recuperar o borrar de forma remota los datos del dispositivo. Si tenéis instalado Kaspersky Mobile Security, podéis localizar vuestro teléfono, enviar un mensaje, sacar una foto al ladrón y, si fuera necesario, borrar los datos en modalidad remota para prevenir el robo de la información o la identidad. Si no tienes una solución de seguridad móvil instalada, que te ofrezca estos servicios, hazlo ahora mismo 🙂
- Bloquead la SIM. Si estáis seguros de que habéis perdido el teléfono, este es el segundo paso a seguir y debéis tener en cuenta si tenéis contrato o prepago. Si tenéis con vosotros el IMEI y el número de teléfono del proveedor, podéis solucionar la cuestión en poco tiempo. Esto impedirá que el ladrón acceda a tus datos y la pérdida se limitará al valor del dispositivo.
- Denunciad el accidente. En la peor de las situaciones, o sea, en caso de que os hayan robado el teléfono durante las vacaciones, informad inmediatamente a la policía local. Es muy importante que le paséis el código IMEI y el número de serie. Serán esenciales para juzgar al ladrón en caso de que sea arrestado.
Al final, el móvil tiene mucha información personal, de familia y de amigos, y no es un dispositivo que esté en casa esperando a que lo usemos, como el ordenador, sino que se mueve con nosotros, sale a la calle, a la playa, de cena con amigos…por lo que un despiste puede suceder con facilidad. Lo mejor es saber cómo actuar en ese momento para minimizar los daños.
POR Alfonso Ramírez, director general de Kaspersky para Iberia