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Un teléfono inalámbrico bonito y sin radiaciones en modo espera

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Panasonic TGK210

Con la llegada de los smartphones, los teléfonos fijos perdieron protagonismo. De hecho en muchas casas están relegados al rincón más oscuro o discreto donde pasen desapercibidos porque no son dispositivos de los que presumir. La verdad es que los fabricantes no se han preocupado demasiado ya no solo por modernizar nuestros antiguos teléfonos fijos sino por hacerlos elegantes y hasta bonitos. Ese podría ser el caso del nuevo de Panasonic TGK210, un teléfono inalámbrico que a simple vista nunca diríamos que lo es. Más bien podría pasar por uno de esos modernos elementos de decoración que quedan bien en todas las casas. Eso sí, mucho más útil.

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No se trata de la calabaza mágica que el hada madrina convirtió en carroza, pero casi. Así, de entrada, nos encontramos con un bonito cilindro en acabado blanco o negro, según vaya mejor con nuestros muebles. Por si os lo estáis preguntando, para llamar no vamos a tener que usar la telepatía, ni se trata de una pantalla táctil, es mucho más sencillo. Para acceder, las dos partes del cilindro se deslizan gracias a un sencillo mecanismo, dejando a la vista lo que sería el corazón del teléfono.

En realidad, una de las dos partes es el propio teléfono, más parecido al que todos conocemos y hemos tenido alguna vez por casa, mientras que la otra parte se queda fija en la base de carga. Una vez acaba la llamada, sólo hay que volverlo a cerrar para que se vuelva a convertir en ese original elemento decorativo que esconde un secreto en su interior.

Como ya viene siendo tendencia en los smartphones, Panasonic ha utilizado para su TGK210 materiales Premium y formas redondeadas, además de tener en cuenta la ergonomía a la hora de diseñarlo. Y es que, que sea de estética cuidada no quiere decir que sea difícil de utilizar.

Sin radiaciones en espera

Y aunque como elemento decorativo está muy bien, no nos olvidamos de que estamos hablando de un teléfono inalámbrico que funciona como tal. Así que las características también importan. Para empezar, la batería tiene una autonomía de hasta 200 horas en tiempo de espera y unas 18 horas mientras hablamos. Vamos, que te da tiempo de contarle a tu madre todos los pormenores de lo que ha hecho su nieta durante el día y aún te quedaría tiempo para charlar un buen rato con tu mejor amiga.  Con ella o con cualquiera de los 50 números que se pueden guardar en la agenda compartida.

Pero si no nos apetece hablar con nadie, tenemos la opción de bloquear llamadas y elegir en qué momentos queremos recibirlas o no, y una opción llamadas de emergencia. Para no perderte nada, el Panasonic TGK210 una luz azul parpadea para avisar de las llamadas entrantes. Además, si hay alguien en casa que aún no está muy familiarizado con la tecnología, se puede responder apretando cualquier tecla, nada de volverse loco buscando el botón verde.

Y hablando de verde, si hay alguien en casa algo aprensivo con eso de las ondas, este modelo de Panasonic dispone de un modo ECO. ¿Y para qué sirve? Pues para bloquear las radiaciones mientras el teléfono está en espera. ¿Cómo lo hace? Pues corta la energía transmisora y desactiva la unidad base hasta que entre una llamada. Por cierto, esta base tiene unos acabados plateados en el caso del altavoz blanco y gris oscuro en el caso del negro,que redondean el futurista diseño. Otra cosa muy útil sobre todo cuando se tiene niños o incluso si se usa de manera profesional es la función de manos libres para poder escuchar las conversaciones en voz alta.

Yo no sé vosotras, pero a mí me están entrado ganas de volver a tener un inalámbrico en casa… El precio del Panasonic TGK210 ronda los 40 euros.

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