Un plan de fin de semana: ir al cine a ver ‘Figuras ocultas’, la película sobre cómo detrás de los logros de la carrera espacial de Estados Unidos hubo un grupo de mujeres matemáticas e ingenieras afroamericanas de las que no se ha sabido casi nada hasta ahora. Y si puede ser con niñas, mejor.
El filme, que los críticos dan como una de las candidatas al Oscar en alguna candidatura, es una inspiradora historia real sobre cómo vencer la discriminación racial y sexual con talento y mucha voluntad. Y es un homenaje a las pioneras espaciales a las que durante mucho tiempo se ignoró porque eran mujeres y eran negras, cuando Martin Luther King aún no había puesto a EEUU en su sitio y el racismo imponía su ley.
La película adapta un libro, ‘Hidden Figures’ (en inglés hay un juego de palabras entre ‘figuras’ y ‘números’), escrito por Margot Lee Shetterly, cuyo padre trabajó en la Nasa y quien le contó la historia de un grupo de afroamericanas que hacían el nada lucido trabajo de ser las «calculadoras humanas», las que realizaban los cálculos más pesados cuando aún no se usaban ordenadores. Shetterly, que también es afroamericana, a partir del libro, ha creado The Human Computer Project, una página que destaca historias personales detrás de la tecnología para hacerla más cercana.
Pero vamos a la película, que está muy bien. La principal protagonista del filme es Katherine Goble Johnson, la mujer que realizó a mano los cálculos de las trayectorias del cohete que llevó al primer estadounidense al espacio. John Glenn, a quien el filme define como un tipo estupendo en un entorno frío y bastante hostil.
Goble Johson fue una matemática brillante y una niña prodigio, pero no tuvo fácil acceder a un trabajo donde se valoraran sus capacidades hasta que la entidad que luego sería la Nasa pidió calculadoras manuales. Empezó con tareas muy rutinarias, pero fue escalando posiciones hasta llegar al grupo puntero que organizaba los lanzamientos espaciales y hasta ser la primera mujer en firmar un artículo científico en la agencia espacial (y en la película revelan cómo no se lo pusieron nada fácil).
Participó en las misiones espaciales desde 1961 hasta la llegada del hombre a la Luna y el transbordador espacial. Se retiró en 1986 y este año cumplirá 98 años. Obama le dio hace dos años la Medalla de la Libertad, la mayor distinción en la lucha por los derechos civiles.
Pero hay más. Otra de las ingenieras de las que habla ‘Figuras ocultas’ es Mary Jackson, la primera mujer negra ingeniera de la Nasa. Para conseguir el título tuvo que llegar hasta los tribunales (que en la película lo convierten en una escena memorable) pero marcó a muchas chicas que siguieron su estela. Murió en el 2005, a los 84 años, pero sin el homenaje que se merecía.
Y la tercera en quien se centra ‘Figuras ocultas’ es Dorothy Vaughan, la primera jefa de departamento afroamericana de la Nasa, pero a quien nunca le reconocieron lo buena programadora que llegó a ser cuando nadie entendía las nuevas máquinas. Murió casi centenaria, en el 2008, a los 98 años.
Como filme, ‘Figuras ocultas’ combina personajes reales como las tres mujeres protagonistas con otros que no lo son. Ni el jefe de Katherine (Kevin Costner), ni la supervisora (Kirsten Dunst) ni el ingeniero (Jim Parsons, el ‘Sheldon’ de ‘Big Bang Theory’) con quien rivaliza son personajes concretos, según la Nasa, que ha asesorado y apoyado la película, sino «síntesis de muchas personas» y a los que se dio nombres ficticios. Pero eso no quita ni un ápice de verdad a la historia de Katherine (Taraji P. Henson), Dorothy (Octavia Spencer) y Mary (Janelle Monáe).
Al contrario, las hace más grandes porque ellas fueron reales, porque su lucha todavía es plenamente vigente y su coraje es un ejemplo para todas.
Disfrutad de la película y llevaros alguna niña al cine. Son buenos modelos de mujeres, como muestra la web Las futuras Katherine Johnson.