Como os conté hace poco, ¡¡estamos probando un coche eléctrico!! En concreto el Nissan Leaf, uno de los vehículos eléctricos más vendidos en el mundo, más de 200.000 unidades desde que salió al mercado en 2010. Ahora acaba de presentar su nueva versión, que prácticamente es igual a excepción de la batería de 30 kWh, que ha aumentado su autonomía hasta los 250 km. El modelo que hemos probado es justo el anterior, el que llega los 199 km y batería de 24 kWh. Pero este punto de momento no ha supuesto ningún tipo de inconveniente porque, de momento, lo he probado exclusivamente en ciudad: me he movido por toda Barcelona, de norte a sur y de este a oeste, así que las distancias tampoco han sido especialmente cortas. Pero vaya, han sido recorridos urbanos donde no puedes llevar el vehículo a más 50 km por hora, salvo en las rondas, si la densidad del tráfico te lo permiten, puedes ir a 80 km. Y no, los días que he conducido por las rondas el tráfico no permitía llegar más que puntualmente.
La conducción de este vehículo eléctrico, que tiene cambio de marchas automático, ha sido realmente sorprendente. Una de las primeras cosas que llama la atención es el silencio con el que circula. Acostumbrada a las vibraciones y el runrún de motor de explosión … si no fuera porque se mueve ¡costaría creer que está en marcha! Se desliza muy suave y silenciosamente y para que ese silencio no resulte peligroso al realizar determinadas maniobras, la marcha atrás se acompaña de un incesante y agudo pitido que alertan de ese movimiento.
Y acostumbrada también al cambio de marchas, maquinalmente los primeros días echaba de menos la palanca: mi mano tendía a ir a buscarla sobre todo empezar a desacelerar para frenar en los semáforos. Pero enseguida noté las ventajas de conducir un vehículo con cambio de marchas automático. La primera y más importante es que ¡te olvidas del embrague! De apretar, soltar, el miedo que se cale, de tener que hacer tres cambios de marcha para poder frenar en los semáforos… El Nissan Leaf tiene un tacto de la dirección muy blanda y cómoda, que no cansa. Entiendo perfectamente por qué taxistas se decantan por este tipo de vehículos.
El cambio de marchas automático tiene un diseño un tanto futurista y es como un ratón que puede estar en cinco posiciones: D, B, R, P y N. La posición B hace que la conducción sea más eficiente aunque reteniendo más el motor y la posición D funciona como la de un vehículo automático normal, ofreciendo el 100% de la potencia del motor. En esta dos posiciones se puede activar el modo ECO, que reduce la capacidad de aceleración (algo que en recorridos urbanos en hora punta no se aprecia) pero hace que aumente la autonomía, que es lo que en realidad más nos interesa. La marcha atrás es la R, que como sucede en otros modelos, se activa desplazando el curso hacia adelante. La P es de Parking, que se usa, por ejemplo en los semáforos, para no tener que estar apretando el pedal del freno.
Otro gran cambio ha sido el freno de mano, que abandona su posición habitual y se sitúa junto a los pedales de freno y acelerador (recordemos que no existe el del embrague). Esta modificación de los clásicos pedales también requirió de cierto cambio de hábitos pero realmente el freno de mano situado en la parte inferior como pedal es muy práctico.
En cuanto a la frenada del Nissan Leaf, esta es regenerativa, lo que quiere decir que permite reducir la velocidad del vehículo transformando parte de su energía cinética en energía eléctrica. Esta energía eléctrica se almacenada para un uso futuro así la batería se va autorrecargando. El modelo que hemos probado, que corresponde a la gama Tekna con altas prestaciones como asientos de cuero, cuenta con placa solar en el alerón trasero que se encarga de alimentar una batería que abastece los sistemas auxiliares.
Gracias a la consola puedes ver perfectamente cómo estás ahorrando batería, incluso ves reflejado en la consola el aumento o disminución de la autonomía, en función del tipo de conducción (si quitas ECO, si estás en B aumenta) o de si tienes activada la calefacción o el aire acondicionado, sintiendo que ahorras y también que contribuyes al medioambiente, pues tiene cero emisiones contaminantes. Para que esto, que es algo etéreo, sea más visual, en la pantalla del volante verás cómo se genera un arbolito en función de lo ecológica que sea tu conducción.
La recarga del coche eléctrico es un aspecto a tener en cuenta. Si dispones de garaje puedes cargarlo en tu propia plaza, en caso negativo tienes que hacer uso de los puntos de recarga que hay disponibles. Entonces tienes que tener en cuenta que la recarga no es inmediata: dependerá de si se trata de una toma doméstica, que necesita de 8 horas para llenar la batería o de una toma rápida, que con 30 minutos recarga el 80% de la batería. Es decir, no vas a tardar 4 minutos en repostar ni te vas a encontrar con un punto de recarga a la vuelta de la esquina. Si no dispones de toma eléctrica en tu plaza de aparcamiento, el repostaje de tu coche eléctrico ha de ser una actividad medianamente planificada.
La consola del Nissan Leaf, con el sistema Nissan Connect VE, es muy amplia y sencilla de usar. Además de funcionalidades habituales como navegador o conexión con el smartphone, proporciona información sobre el estado de la batería, localiza los puntos de recarga y en el nuevo modelo, el de 2016, te informa hasta de los que están libres. Algo que se agradece pues uno de los puntos a los que acudí a recargar estaba fuera de servicio.
La experiencia está siendo realmente sorprendente. Lo que más me ha encantado es la ausencia de ruido y vibración y la suavidad en la conducción, además de poder moverte en un atasco sin gastar ni una gota de gasolina. Y ¡sin contaminar nada, cero emisiones! Aunque otro debate sería hablar de la procedencia de la energía eléctrica… pero ahí no entraremos.
En cualquier caso el Nissan Leaf me ha parecido un coche eléctrico ideal, especialmente para recorridos urbanos. Ahora falta probarlo en carretera! Os lo cuento en el siguiente post, junto con otros detalles del coche!
Bienvenida al mundo del coche eléctrico. Yo llevo 40.000km en uno, concretamente un Peugeot Ion. Es un coche buenísimo, muy cómodo y pese a lo pequeño que es por fuera muy espacioso por dentro. Lo uso a diario para llevar a mis tres hijos al colegio y para hacer todos los recados, visitar clientes, etc… No hago más de 90km al día y antes gastaba muchísimo dinero en gasolina para hacer todos estos minitrayectos, cuando ahora con 1,5€ aprox lleno la carga completa. Tiene una autonomía de entre 110 y 130 km. Es un coche muy ágil y en carretera alcanza los 120km con rapidez. Yo lo recomiendo a quien esté pensando en cambiar a eléctrico.
Te has dejado sin contar muchas de las ventajas de conducir un eléctrico como la exención de impuestos de circulación, las zonas reguladas de aparcamiento SER (zona azul y verde) son gratuitas e ilimitadas, que el coche no tiene casi gastos de mantenimiento puesto que no hay que cambiar ni aceite, bujías, etc, etc… Las revisiones son baratas y rápidas de hacer. El seguro del coche es mucho más barato. Puedes circular por las zonas de Madrid de tráfico restringido y un largo etc, de ventajas.
A mi me sorprende que no esté la ciudad llena de coches eléctricos, la verdad. Pero me alegro porque seguramente cuando lo esté nos quiten todas las ventajas que tenemos ahora. Mientras tanto, yo las disfruto y ahorro.
Muchas gracias, Cristina, por tu aportacion! Estamos preparando otros posts donde explicaremos más detalles relativos a la recarga, por ejemplo. Esperamos de nuevo tus aportaciones con usuaria con gran experiencia (al fin y al cabo nosotras lo hemos probado unas cuantas semanas solo)
[…] autonomía (uno de los coches eléctricos que se comercializan y que tiene más autonomía es el Nissan Leaf (250 km), aunque hay otros modelos como el NIO EP9 –el primer coche eléctrico y autónomo- […]
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