Las mujeres estamos acortando cada vez más la brecha digital respecto a los hombres y la diferencia es cada vez más escueta en las nuevas generaciones. Pero esto no siempre ha sido así y a veces se nos ha querido apear de trastear, de interesarnos por código o máquinas «porque no era para nosotras». El colectivo Donestech, pioneras en estudiar la relación entre tecnología y género, realizó hace unos años un documental sobre el tema que hoy sigue siendo muy actual. Se llama Descifrando el Código Lela. El día que me enrollé con la tecnología y lo tienes en Youtube.
¿Por qué Código Lela? Explica Eva Cruells, la directora del documental, que quiso hacer referencia al estado de estar alelada ante la pantalla, y de hacer broma con los motivos de ello, además de referirse a un personaje del ciberfeminismo. El nombre ha dado pie a la investigación Lelacoders.
En el documental hablan mujeres programadoras, educadoras, científicas, disc-jockeys, investigadoras… que recuerdan cómo se aproximaron a la informática, el audiovisual o internet, con humor, con memoria y con argumentos muy cercanos. Y denuncian el machismo que se encontraron, como la impagable anécdota de la programadora, la más brillante de su promoción, a la que relegaban a puestos de atención al cliente porque la empresa que la contrataban pensaba que una mujer tenía que tener ese puesto.
Cruells, que es investigadora social en la Universitat de Barcelona, repasa también qué actitud adoptan las mujeres hacia la tecnología y revela, por ejemplo, cómo tendemos a optar por buscar la implicación social de las herramientas tecnológicas, como el uso de software libre, al que muchas programadoras contribuyen.
Tras LelaCoders está Donestech, compuesto por Crueles, Alex Hache y Núria Vergés Bosch.