Zapatos. Ese mundo complicado y sugerente que se puede convertir casi en la búsqueda del Grial. Que sean bonitos, que sean cómodos, que aguanten, que combinen, que no hagan daño… Todo lo que le quisiste pedir al zapato perfecto está ahora en tus manos, porque puedes diseñar tus zapatos. Ahora ya no tienes excusas: entra en Madeinme, define cómo quieres tu calzado con la herramienta que te ofrece la web, los pides por internet y te los envían a casa.
La página trabaja con artesanos españoles que te hacen el zapato a mano. No son baratos, el precio mínimo son 129 euros (precio para España) para unas bailarinas a los 219 de un botín de tacón pero piensa que serán a medida y, sobre todo, difícilmente habrán otros iguales.
En principio, para que el tema de las opciones no se desmadre y porque no todo el mundo sabe diseñar un zapato, se parte de un modelo previo básico, se elige el color, la altura del tacón y el material. Le puedes añadir -si tienes una idea clara- el estilo de zapato o el uso que quieres darle (si es para una boda, para ir a la oficina, si son de verano…).
Si te atreves, hay también una herramienta virtual que te ayudará en 3D con el proceso y que te permite, incluso, combinar materiales o hacer diseños bicolores, con la punta de un color y el cuerpo de otro, por ejemplo. Te deja ponerle cintas, añadirle grabados o lazos, cambiar el color de la suela… Todo un juguete (es muy, muy fácil de usar) para dar rienda suelta a tu imaginación. sin que aumente el precio básico.
Pero si quieres combinarlo con un vestido (y quieres que lleve la misma tela) o que tenga un determinado detalle, te ofrecen lo que llaman el servicio Premium, en el que les explicas lo que quieres y ellos te envían un presupuesto.
También te ofrecen usar la web para enviar un vale regalo, que llegará en una bonita caja. Son 169 euros que puedes enviar a otra persona para que diseñe su pedido y se lo envíen a casa.
La pega es que, de momento, no admiten sandalias planas ni zapatos que no sean de mujer. Para niños y hombres, todavía tendrás que esperar.
Solo piensa en las tardes de ir mirando escaparates en busca de algo que no sabes si existe. Ábrelas a la incerteza…