¿Qué hubiera pasado si cuando eras pequeña hubieses podido hablar con tu Barbie? Bueno, seguro que lo hacías, pero ahora imagínate que la muñeca te hubiera respondido y hubiese sido capaz de enhebrar una conversación: reírse, ser ingeniosa, cambiar de tema o hacer preguntas. Una amiga real con voz propia.
Pues a la muñeca más vendida del mundo le acaba de creceer un Siri. Es más, acaban de dar inteligencia artificial a a muñeca más artificial del mundo, la de medidas imposibles y edulcorado mundo perfecto. Barbie es ahora Siri, o incluso, Her, como el sistema operativo que encarna Scarlett Johanson.
Mattel, sus fabricantes, acaban de presentar en una feria de juguetes en Nueva York un prototipo con la próxima evolución de Barbie: un modelo que se conectará a internet y hablará con voz humana con su dueña o con quien sea. Y enhebrará conversaciones se supone que brillante y ocurrentes gracias a las miles de frases que vaya generando su sistema a partir de millones de muñecas que están haciendo la misma operación. Big Data (uso de datos masivos y anónimos) aplicado a hablar con niños.
Peor la muñeca seguirá sin mover ni un músculo. No va a ser un robot. Tampoco está claro si entenderá las conversaciones en distintos idiomas. o incluso de niñas muy pequeñas, que apenas balbuceen. Está pensada para alguien más adulto, que aprecie el valor de una conversación online y que no la arrastre, manosee, pintarrajee o utilice para experimentar peinados, posturas o vestidos nuevos.
Tampoco sabemos si esta nueva Barbie podrá interactuar con su entorno, y quejarse de lo que le ponen o le hacen, si dará órdenes a las niñas o si los padres podrán programarla para dar órdenes a sus niños.
La nueva muñeca no tiene aún fecha de aparición ni inglés ni para otros mercados. Igual se queda en una simple propuesta que acaba en un cajón. O que será como otros tantos juguetes que no han triunfado porque apenas dan margen a lo más importante: la imaginación.