Cada vez resulta más difícil establecer una línea de separación que identifique qué es un juguete y qué un dispositivo tecnológico. Tiempo atrás, y no hace tanto, se podría definir y acotar el juguete como un artículo destinado al público infantil. Juguete es un “objeto atractivo con que se entretienen los niños”, dice la definición del diccionario de la RAE. Algo físico y concreto. Y para un rango de edad delimitado.
Últimamente, no obstante, ese “objeto” que atraía y entretenía a los niños ha derivado también hacía lo virtual y, sobre todo, hacia artículos que estaban diseñados para satisfacer a un público adulto. Dispositivos tecnológicos pensados para las comunicaciones, trabajos o servicios y ocio de los mayores, han despertado el interés también los más pequeños a base de comprobar cómo los adultos se mostraban cada vez más “enganchados” a aquellos aparatos. El tradicional juego de imitación, importantísimo en el desarrollo de los niños, ha alcanzado también al uso de las tecnologías.
¿Qué es juguete y qué es gadget tecnológico?
En las ferias del juguete más importantes del mundo, Nuremberg (Alemania) y Nueva York (Estados Unidos), que se celebran a principios de año, quedó patente que la fusión de lo real y lo virtual era un hecho. Es más, quien no estuviera ya subido a este barco, debía apresurarse porque una de las tendencias más claras del sector juguete es ya la combinación de juego y tecnología, según la Comisión Internacional de Tendencias de la TrendGallery de la feria de Nuremberg, un comité de expertos con el objetivo de localizar y elaborar tendencias sociales, en productos y en estrategias para la innovación en el sector del juguete.
Las marcas se han puesto manos a la obra y en las jugueterías podemos encontrar multitud de dispositivos tecnológicos adaptados al público infantil: gadgets de iniciación, con contenido adecuado a los más pequeños que reproducen exactamente la forma de uso y las prestaciones de los aparatos de los mayores. O también formas de juego diferente que exploran la realidad aumentada, una disciplina que está abriéndose camino en sectores “adultos” y que también resulta ahora ser un juguete.
Vamos a ver algunos ejemplos de los nuevos juguetes que nos estamos encontrando hoy en las tiendas:
- Smartwatches
Relojes inteligentes, como propone la marca VTech. Pantalla en color. Incluye cámara de fotos, de video, grabación de voz con divertidos efectos sonoros y juegos. Con conexión USB para transferir archivos. Hasta 20 modelos diferentes. ¡Incluye reloj y cronómetro, claro!
- Tablets
La gran estrella. Como las de mamá y papá. Portátil, pantalla táctil, con cámara de fotos y video, memoria interna para cargar eBooks, música o vídeos. Las hay con Wi-Fi y navegador kid-safe y con una selección de apps para descargas recomendadas para niños, como hace LeapFrog. También hay modelos de Imaginarium, Archos Child Pad, Clan TV o las MonsterHigh.
- Audiolibros
Porque leer y leer los mismos cuentos cada noche para que los niños se vayan a dormir tranquilos puede ser muy repetitivo para ti, aunque a ellos les encanta. Y porque no siempre estás en disposición de hacer de lector, este dispositivo permite grabar tu propia lectura del cuento, incluso de cuentos ilustrados, para que el niño pueda escuchar la historia en cualquier momento y situación. El dispositivo se llama Sparkup Magical Book Reader y se coloca sobre cualquier libro y asocia mediante una cámara la imagen de aquella página con el audio que grabemos.
- Robots
Que caminan, bailan, imitan, hablan y que pueden aprender infinidad de cosas. Un nuevo amigo que representa a la perfección la fusión del juguete tradicional y la tecnología. Aquí encontraremos también el apasionante mundo de las mascotas virtuales, desde el famoso y renacido Furby de Hasbro hasta el impresionante dinosaurio Pleo de Innvo Labs.
- Fotografía y video
No son novedad en cuanto a concepto, pero sí en presentar cada vez un target de edad más reducido. Personajes destinados a niños y niñas de 3-5 años personalizan cámaras de fotos y video para iniciarse bien pronto en la moda de la toma imágenes… para que luego las comparta en redes sociales papá o mamá. ;-). Ingo es especialista en estos aparatos con licencias muy famosas: Peppa Pig, Hello Kitty, Monster High, Disney.
- Telefonía
Ya no hablamos de preadolescentes que han pasado de soñar con una Playmobil a hacerlo con un Iphone, llegan teléfono para edades más tempranas aún. De uso muy limitado, para contactar con quien realmente lo podría necesitar. Atrás quedó el juguete con forma de teléfono que hacía cantaba, pronunciaba números o letras. LG o Imaginarium han sido los precursores, vendrán más.
7. Realidad aumentada
Skylanders, Invizimals, Disney Infinity… O cómo dar una vida virtual a la figura que tienes delante de la mesa. El juego tecnológico por excelencia, viniendo del juego de ordenador hasta las videoconsolas, ya no es solo un monitor hipnotizante. Las figuras, las cartas y la imagen en pantalla se mezclan para ofrecer una experiencia virtual novedosa y sin límites.
- Tus juguetes con impresoras 3D
Está llamado a ser el gadget estrella –capricho o no- de muchos hogares y si los adultos le ven posibilidades, qué decir de los niños. ¿Crear tus propios juguetes? Dale a un niño libertad para imaginar qué desea y dile que después lo podrá tener hecho con un aparato llamado impresora 3D. No dejará escapar la ocasión. Ahí están los talleres para niños, para ellos la impresión 3D no será algo rompedor, sino algo cotidiano que manejarán con normalidad.
Algunos consejos para el día de la compra
Como muchas las cosas mencionadas antes derivan de su versión adulta, es muy fácil dejarse llevar por la ‘pasión’ a la hora de elegir un juguete para los niños cuando tenemos tan presentes las fantásticas prestaciones que nuestros propios dispositivos tienen. Vamos a ser realistas, hablamos de usuarios infantiles:
1) Pensar en el usuario. Y ese no es la madre o el padre. Puede que te parezca simple o que encuentres a faltar algún detalle, pero conviene buscar que sea adecuado a cada momento evolutivo. Las tecnologías ya van muy rápidas, no queramos hacer lo mismo con los niños.
Hasta los dos años, el uso de ‘pantallas’ está generalmente muy limitado por los especialistas, que recomiendan la interacción personal, el uso de objetos tridimensionales que estimulen los sentidos y la motricidad.
De 3 a 5 años es cuando descubren sus habilidades sociales y la tecnología les puede ayudar en ese descubrimiento del juego con otros participantes.
De 6 a 8 años se asientan las normas de comportamiento. ¿Por qué la tecnología no puede ayudar a fomentar la actividad física, el respeto al otro, el conocimiento del medio ambiente u otros valores sociales?
De 9 a 12 años conviven con el deseo y el gusto de estar en la última moda. Hay que lidiar con ese querer siempre lo más nuevo sin que genere una frustración constante y encontrar el punto adecuado: no todo tiene que ser obsoleto a los dos meses.
2) Equilibrio en el uso. La gran batalla de todos los padres y madres. Evitar la sobreexposición al juego tecnológico y promover el jugar a otras cosas y balancear el tiempo. En ocasiones, habrá que ejercer algún control de contenidos y, sobre todo, de tiempo. Más, a medida que aumenta la autonomía del niño para manejar los dispositivos.
3) No todo es tecnología. Está claro que hoy en día, desarrollar habilidades tecnológicas es obligatorio, convivimos con ello, pero no hay que olvidar las habilidades físicas y sociales. Los niños y niñas necesitan juegos al aire libre, estar activos y compartir con otros momentos de ocio y diversión. Es de sentido de común, pero conviene tenerlo muy presente porque tiende a olvidarse con demasiada facilidad.
Por Juanma Muraday. Periodista, especializado en Comunicación Corporativa e Internet. Autor del blog ‘Nube de Juguetes’
@nube_d_juguetes
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