Uno de los principales dolores de cabeza para madres y padres son los juegos gratuitos que ofrecen servicios por los que hay que pagar. Son los llamados freemium o free-to-play, un modelo que triunfa en el mundo de los videojuegos pero que exige usuarios responsables que tengan claro qué pueden gastar o cuándo.
Cuando ese mismo juego cae en manos de un niño que por edad o por inconsciencia no sabe qué está comprando o cuánto está gastando, el asunto puede acabar en una factura abultada o en una auténtica pesadilla porque la app en cuestión hace cargos directos a la tarjeta con un simple clic, por lo que no hay que volver a introducirla.
El tema es tan serio que que la Comisión Europea ha tomado cartas en el asunto y ha pedido a la industria que ponga coto a esta práctica y que ponga medidas para evitar que se produzcan gastos no previstos realizados de modo inconsciente.
«Inducir a error a los consumidores es claramente una práctica comercial equivocada, contraria asimismo al espíritu de las normas de la UE sobre protección de los consumidores. La Comisión Europea espera que la industria de las aplicaciones proporcione respuestas muy concretas a las preocupaciones que plantean los ciudadanos y las organizaciones nacionales de consumidores*, ha afirmado la vicepresidenta y comisaria de Justicia, Viviane Redding.
Según la Comisión Europea, actualmente, más del 50 % de los juegos en línea en la UE son juegos que se anuncian como «gratuitos», a pesar de que a menudo deben comprarse elementos adicionales, a veces costosos, dentro de la propia aplicación. Para el órgano de gobierno europeo, el tema es muy serio también porque compromete la credibilidad de la industria de los programas móviles, una de las más prometedoras actualmente.
Dinamarca, Francia, el Reino Unido, Italia, Bélgica, Luxemburgo y Lituania se han comprometido ya a estudiar el asunto para forzar que los juegos expliquen claramente cuánto cuesta cada nueva pieza y no induzcan a niños a comprar elementos de juegos dirigidos para ellos. Pero también a que los consumidores estén bien informados de cuál es el sistema de pago y cuándo se realiza.
Para padres y madres, hay algunas soluciones en los móviles para evitar que los niños realicen gastos cuando juegan, como es utilizar el modo niños en los móviles siempre que sea posible. De momento, no todos los fabricantes lo incorporan, pero ya está disponible en los Windows Phone, en los HTC con Android. En el iPhone, esta función no existe.
Configurar el sistema de pago para que exija siempre la contraseña antes de realizar una transacción. En el iPhone esta doble protección está deshabilitada desde la última actualización del sistema operativo. Y si tienes un iPhone 5S, el que incluye el escáner de huella dactilar, puedes activarlo para que sea tu forma de pago. Así, seguro que si no te cortan el dedo, no te roban la contraseña.
En Android, hay que ir a Google Play Store, y ahí en Ajustes, seleccionar Controles de Usuario y activar la casilla Usar contraseña para restringir compras. Cuando introduces tu contraseña, no te la vuelve a pedir durante 30 minutos.
Activar pedir contraseñas
Me ha encantado vuestro post y me ha sabido a poco pero ya sabeis lo que dice el dicho «si lo bueno es breve es dos veces bueno». Me gustara volver a leeros de nuevo.
Saludos
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