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¿Iremos con las gafas conectadas a internet?

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Epson gafas Moverio

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El futuro de la tecnología pasa, según los expertos, por llevar los ordenadores puestos. Nada de dedos ocupados tecleando o de ojos absortos en pantallas sin ver más allá. Lo próximo, lo más nuevo es, dicen, las gafas de realidad aumentada, conectadas siempre a internet y capaces de ampliar la realidad sin dejar de verla.

Gadwoman ha podido probar la nueva versión de las Moverio BT-200, unas gafas de Epson que permiten ver imágenes, películas o web dejando ver lo que hay detrás y con la intención de ofrecer información sobre lo que estás viendo. Es la llamada realidad aumentada, que ya utilizan algunas aplicaciones móviles pero que, gracias a un dispositivo como las Moverio, permite tener las manos libres para realizar actividades.

El modelo anterior, las Moverio BT-100, que salieron en el 2011, permiten, por ejemplo, a una enfermera localizar mejor la vena de un paciente porque las gafas se conectan a internet y proyectan un escáner previo. O a un aprendiz de mecánico le permiten localizar mejor una pieza porque el sistema le va dando órdenes. Todo gracias a la conexión permanente a internet, a través de wifi o de Miracast, un nuevo estándar inalámbrico que transmite vídeo a más velocidad.

Pero como la transparencia de la pantalla se puede regular, la realidad aumentada también tiene otras aplicaciones, como los juegos o ver películas, incluso en 3D. La experiencia de entrar en un mundo virtual es más sencilla y más inversiva cuando ocupa toda la visión y no hay nada que moleste. Es la idea de ver una película o simplemente navegar por internet en un avión o en la cama, solo en las gafas. Algo que no tienen las Google Glass, las famosas gafas que propone Google para ir reconociendo los objetos que te cruzas.

Las gafas son todavía un tanto aparatosas, aunque las Moverio BT-200, que saldrán a la venta el próximo mes de mayo, pesan solo 88 gramos, y están pensadas para que sean los desarrolladores quienes las exploten y les saquen todo el partido posible. De momento, saldrán en mayo y costarán 699 euros.

Pero cuando los modelos sean un poco más atractivos y livianos, igual nos plantearemos si la tecnología llevable (el wearable computer) por el que los grandes fabricantes de tecnología, como Intel, han apostado en el CES, la feria de tecnología estadounidense que se celebra en Las Vegas, es el próximo paso o el próximo código de vestuario.

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