Si te apetece vivir una experiencia gastronómica distinta estas fiestas, no pienses solo en un restaurante con Estrella Michelin o en casas de amigos y familiares. El proyecto EatWith.com permite a particulares, en principio desconocidos, compartir una comida casera de nivel en sus propios hogares.
El proyecto surgió hace apenas un año y congrega ya una gran comunidad internacional de food-lovers con ganas de conocer gente, viajar y descubrir la cocina de cada ciudad de una forma diferente. ¿Cómo funciona? Para empezar, seleccionas un destino entre los 13 que hay disponibles: España, Estados Unidos, Italia, Francia, Irlanda o Japón son algunos de ellos. Podrás filtrar por tipo de cocina; zona en la que se ubica el hogar; tipo de comida, si se trata de un brunch, una cena o una clase de cocina; el formato de la propuesta, si es adecuada para la familia o si se desarrolla en un lugar con un encanto; y el número de comensales.
También podrás seleccionar los servicios que ofrezca el lugar, por ejemplo, si se permite fumar en el interior, si tienen animales en casa o un aparcamiento cerca. EatWith.com también te da la opción de buscar el anfitrión que más se ajuste a tu perfil, según los idiomas que habla, su edad o si te acogerá solo o acompañado de su familia. Una vez marcadas tus preferencias, la web seleccionará las experiencias más adecuadas, explicadas exhaustivamente, con sus características, imágenes, precio y fecha programada.
Sólo hará falta que selecciones la experiencia que más te guste, contactes con el anfitrión y reserves la fecha para ser invitado a cenar o comer en su casa y compartir nuevas experiencias personales y gastronómicas. El precio medio ronda entre los 25 y los 50 euros por comensal. Tras cada visita, podrás evaluar tu experiencia y escribir una reseña que servirá de orientación para futuros usuarios de esta red de social dinning.
EatWith.com vigila la seguridad de los invitados y anfitriones, estableciendo una serie de normativas que se deben cumplir, así como la calidad de las experiencias. Por ello, se cuida que los productos ofrecidos sean sanos y frescos, que los anfitriones tengan ganas de relacionarse, que muestren interés por los comensales y que no sean movidos por la retribución económica.