Ashton Kutcher es, en este momento, el famoso más metido en el mundo tecnológico. No solo ha sido Steve Jobs en la película biográfica sobre el fundador de Apple, y ha invertido en varias compañías del Silicon Valley como Spotify, Airbnb o Foursquare, entre otras. El actor acaba de ‘fichar’ como ingeniero para Lenovo y la compañía taiwanesa asegura que cuenta con sus opiniones para desarrollar nuevos productos. Y si esto es cierto, por la presentación que hizo el pasado 30 de octubre en San Francisco, la cosa promete.
El primero de ellos es un nuevo modelo de una de las líneas más innovadoras de la compañía: Lenovo Yoga, un portátil que es también una tableta. Y que en su nueva versión se ha quedado en la tableta e incorpora el teclado como funda de modo opcional.
Y con una batería que llega a 18 horas, el doble que una tableta convencional, que además permite cargar otros dispositivos, como el móvil.
El nuevo Yoga está pensado para ser utilizado en tres posiciones gracias a uno de sus extremos, que conforma un cilindro que inclina ligeramente la pantalla. Sobre él se apoya una lengüeta que lo pone derecho cuando es necesario: para leer, escribir cómodamente o evitar los reflejos en una presentación.
Otras cosas cambian también en el nuevo Yoga: la pantalla puede ser de 8 y de 10 pulgadas, no de 11 y 13 como en el portátil. Y de Windows 8 aquí se pasa a Android 4.2, lo que lo hace mucho más simple de utilizar y más on line, aunque se pierde el sistema tradicional de carpetas, archivos y discos duros en el que se basa el programa de Microsoft.
La tableta también tiene cámara de 5 megapíxeles, wifi y 3G, sonido Dolby y un teclado Bluetooth que funciona como una funda para proteger la pantalla.
El problema lo vemos en la excesiva dependencia de los accesorios, como el dongle WD100 para transmitir vídeos de forma inalámbrica desde la tablet a un televisor. Es una forma de abaratar el dispositivo (229 euros el de 8 pulgadas y 299 la de 10 pulgadas. Una competencia difícil para otros.