Nuestros compañeros y amigos de la EISA, la asociación que agrupa a las revistas de electrónica de consumo de Europa, han elegido el HTC One como el mejor smartphone del año, por encima de lanzamientos como el Samsung Galaxy 4 o el reciente LG G2. Y lo han hecho por las cualidades de su cámara, auténtico caballo de batalla del terminal, que en eso supera a muchos de sus rivales.
El HTC One, que hemos tenido ocasión de probar, es antes que nada un Android que no parece un Android. Con una fina carcasa de aluminio que lo hace muy ligero pero sin la sensación de plástico que pueden dar otros terminales, y con una pantalla de 4,7 pulgadas, para que no se quede pequeña, sorprende sobre todo por sus menús exclusivos, que le distinguen de sus competidores.
Su pantalla de inicio resulta más cercana a las baldosas de un Windows Phone que a las clásicas pantallas deslizantes de un Samsung o un LG. HTC One ofrece al arrancar una intefaz configurable, Blink Feed, en la que colocar las noticias que te intereses, las alertas y los mensajes de las redes sociales sin moverte de una primera pantalla. Para ello ofrecen ponerte tus cuentas de Facebook y Twitter, y las actualizaciones de varias webs con las que tienen acuerdos.
El punto débil: que hay que elegir entre las que ellos ponen, en su mayoría internacionales, y que no te puedes salir del menú. Sin embargo, es una lástima porque la idea es muy buena. Si quieres ver la secuencia completa, entonces ya te instalas la app de Facebook o la Twitter, o las que quieras. Y el sonido es francamente bueno para ser un móvil.
Otro punto que nos gusta es que agrupa aplicaciones a partir de conceptos. Por ejemplo, HTC Car incluye todas las apps que puedes necesitar cuando usas el móvil como GPS de tu coche. Incluye mapas que te pueden guiar solo con la voz, un localizador de gasolineras, radio por internet (tuinein), teléfono, comandos de voz, música y contactos.
Los niños tienen su rincón especial con Zoodles, que agrupa varias opciones de libros, juegos y programas educativos en una pantalla de la que no pueden salir si no saben marcar una Zeta. El problema que le encontrarás es que algunos de estos servicios son de pago, y la tarifa no es barata: 4,95 euros al mes o 39,95 euros al año.
La televisión es otro punto importante. El HTC One permite seleccionar contenido de un proveedor de televisión desde el teléfono y programar alertas para grabarlo o dar órdenes para ello. Obviamente, no funciona con la TDT sino solo con los proveedores que tienen acuerdo. El resto sirve para programar la alarma.
Más cosas interesantes y con más aplicaciones: la cámara. Su software permite seleccionar la mejor imagen de las varias que has tomado con un solo disparo, quitar partes de la imagen que no te convencen o combinar fotos y vídeo en pequeños videoclips. O montar panorámicas con mucha facilidad.
Las fotos y los vídeos se pueden compartir, pero hay preferencia por un servicio propio de HTC que exige que los demás usuarios también lo utilicen además de los propios de Google Play.
Y luego es muy sencillo transferir toda tu información desde un móvil antiguo al nueo HTC One gracias a un programa propio que hace que los procesos, incluida pasar la música de iTunes desde el iPhone, sean mucho más simples.
En resumen, un excelente móvil, con funciones propias muy interesantes pero que requiere algo más de localización para el mercado hispanohablante.