Cuando me dejaron el Nokia 808 PureView para probar, lo primero que pensé (como cualquiera, creo yo) es: «no puede ser, ningún móvil puede tener un sensor de 41 megapíxeles». Pongámonos un poco en perspectiva: el móvil que yo había probado con mayor resolución en la cámara hasta ahora, había sido el Nokia N8, con un sensor de 12 megapíxeles. Ciertamente, la calidad de las fotos del N8 es muy buena, aunque sea un terminal con algunos años a su espalda y, por lo tanto, carente de algunas de las últimas tecnologías aplicadas a cámaras para dispositivos móviles. Luego llegaron los Galaxy SII, los HTC One, el iPhone 4 y 4S, con sensores retroiluminados, sensores más luminosos, ópticas con lentes de varias piezas, etc… buscando una mayor calidad de imagen en ambientes con poca luz, que muchas veces es donde más se nota la calidad de los sensores y las ópticas, pues tienden a generar mucho ruido… aquí nos movíamos más o menos en los 8 megapíxeles.
Y entonces llegó Nokia y lanzó un órdago que nadie se esperaba: un teléfono móvil con un sensor de 41 megapíxeles. Lo normal es que seamos escépticos, así que vamos con las pruebas 😉
Aviso: haz click en la imagen para poder ver las fotos a tamaño real.
Intentando no olvidar que es un móvil, vale la pena hacer algunos comentarios al respecto. Viene con Symbian Belle como sistema operativo, que se muestra sólido y tan ágil incluso con procesadores que no sean lo último de lo último (éste es un ARM 11 a 1,3GHz), como cualquier otro que esté más de moda actualmente. A nivel de interfaz, cumple sobradamente con lo que se espera de un smartphone a estas alturas, protección con cristal Coming Gorilla, 16GB de almacenamiento interno más tarjeta microSD, conector estándar microUSB, gestión de agenda, OVI Maps (otra de las grandes ventajas de cualquier Nokia, pues se pueden consultar offline), gestión de contactos, navegador, correo electrónico, Wi-Fi, NFC (un estándar que otros como Apple se empeñan en olvidar), pantalla multitáctil y toda la retahíla de sensores, acelerómetros y giróscopos habituales… todo esto, que podríamos llamar estándares del momento, funciona y cumple su cometido a la perfección.
Pero hay varias cosas que, a mi juicio, son mejorables:
El teclado virtual de Symbian Belle, las letras son pequeñas y acostumbrado a otros terminales, la verdad es que cuesta bastante escribir. Quizá una redistribución de las teclas permitiría aprovechar mejor el espacio para hacerlas más grandes.
-La pantalla, de 4” Nokia ClearBlack Display, es de una calidad excelente, como la mayoría de las pantallas AMOLED, pero la resolución es baja (360×640); de hecho, se hace raro ver un smartphone de alta gama como el 808 con una resolución así. A mí no me ha afectado en lo más mínimo a la hora de usarlo, pero un móvil orientado a hacer fotos, debería ofrecer más resolución en su pantalla y, por qué no, algo más de tamaño (un Samsung Galaxy S2 tiene 4,3”, por ejemplo).
-El conmutador Wi-Fi: quizá sea cosa mía, pero nunca me ha gustado la forma que tiene Symbian de gestionar las redes Wi-Fi. Como todo lo anterior, al que se haya acostumbrado, le pasará desapercibido, pero yo, habituado a Android, lo encuentro innecesariamente incómodo.
-El teléfono pesa un poco, vamos, que lo vas a notar. Al lado del SII se nota bastante la diferencia de peso. Otra cosa, que no tiene mayor trascendencia pero que te puede afectar, es que solo tiene soporte para microSIM.
Pero lo más destacado y extraordinario es la cámara de fotos: lo que más llama la atención al coger el teléfono (además del peso) es que el sensor de la cámara es tan grande, que no les ha cabido dentro de la carcasa, y la han tenido de adaptar para cubrirlo, tanto el sensor como al potente flash de Xenon de casi cuatro metros de rango y un pequeño flash LED para el video. El pedazo de sensor de 41 megapíxeles, según explicaban en Nokia en el pasado Mobile World Congress, es como pegar 5 sensores de 8 Megapíxeles uno al lado de otro. El resultado, 38 megapíxeles efectivos para hacer verdaderas barbaridades de fotos.
Pero no corras todavía a vender tu flamante Hasselblad por eBay, aunque la calidad de imagen del sensor Pureview y la óptica Carl Zeiss es superior a muchos teléfonos de su gama, como el Galaxy SIII, el HTC One X o el iPhone 4S. E incluso es capaz de superar en un test a ciegas a una cámara Olympus E-PL2 -que luego sea más versátil es otra historia-, como demostraron en GSM Arena (link en inglés). Y es que 24 megapíxeles de cualquier cámara réflex te darán más calidad que los 38 del Pureview, pero claro, estamos hablando de la cámara de un teléfono, no hay que olvidarlo. En condiciones de poca luz, a 38 megapíxeles el sensor se comporta bien, pero el grano es inevitable, si bajamos al modo 8 megapíxeles, esto mejora notablemente.
Todo el rato hablamos de 38 megapíxeles, cuando en la carcasa pone 41. Esta diferencia es debida a que una vez aplicado el formato de la imagen (16:9 o 4:3) los flamantes 41 megapíxeles se quedarán en 34 o 38, aunque el sensor llegue hasta los 41. Sí, hay un poco de marketing aquí… 😉
A 8 megapíxeles es cuando el sensor del 808 trabaja más cómodo, podemos decir que es su modo estándar. Un modo que han heredado terminales posteriores con sensores también PureView, aunque solo de 8 megapíxeles, como el Nokia Lumia 920 (con Windows Phone 8 como sistema operativo). El teléfono ofrece tres modos de disparo, automático (apunta y dispara), escenas (te permite seleccionar el tipo de escena que mejor se ajuste al momento y ajusta los parámetros en consecuencia) y creativo (aquí es donde puedes dar rienda suelta a tu imaginación y ajustar manualmente todos los parámetros de la cámara, y te aseguro que son unos cuantos). El zoom te permite hacer ampliaciones de hasta x4 prácticamente sin pérdida de calidad, y con un resultado nítido, tanto en foto como en video FullHD. La calidad del sonido es también excelente, pero no destaca especialmente respecto a la competencia.
En resumen, si lo que quieres es una cámara en el móvil que te permita hacer fotos de gran calidad en cualquier momento (también es digno de mención la rapidez con la que reacciona la cámara entre que se activa y hace la foto), y no te importa llevar en el bolsillo unos cuantos gramos de más, éste es tu teléfono, o tu cámara, según se mira. No te va a decepcionar. Por otro lado, los 633 euros oficiales, (aunque lo puedes encontrar por precios entre los 430 y los 600 euros libre en Amazon), te van a hacer un agujero en el bolsillo, pero es el precio que hay que pagar por tener el móvil a día de hoy con la mejor cámara del mercado.
En los enlaces a continuación, están las muestras tomadas durante las pruebas. Fotos a la máxima resolución y video en FullHD a 30 frames por segundo (ojo, el video ocupa 150 MB). El resultado es espectacular.
F. Raúl Rodríguez es diseñador gráfico e ilustrador, actualmente también se encarga del diseño de esta web 😀