No siempre me apetece compartir la música que escucho con mis amigos de Facebook, ¿cómo puedo evitar que salga en Facebook lo que estoy escuchando en Spotify? Cristina.
Si eres nuevo usuario, para acceder a Spotify necesitarás tener una cuenta en Facebook. De esta manera ambos servicios van de la mano y, por defecto, tus listas públicas, los artistas favoritos y las canciones favoritas serán visibles para tus amigos de Facebook.
En general es una buena opción compartir tus gustos musicales con tus amigos – puedes conocer nuevos grupos, por ejemplo- pero ¿qué pasa si tienes ‘pecadillos musicales’? Esto es, grupos o canciones de las que reniegas en público y que luego escuchas en privado y que, por supuesto, no te apetece compartir. Si no quieres que tus amigos los descubran – ¿quién dijo que se ha de compartir todo? – puedes ocultarlos y que sigan quedando en la más estricta intimidad.
Por eso Spotify ha añadido la opción de ‘Escuchar en privado’ que se puede elegir desde el menú Archivo para dejar de compartir música hasta que se vuelva a habilitar o hasta que el usuario vuelva a iniciar sesión.
También puedes quitar una lista de este perfil público, en tienes que buscar la opción ‘Editar’ accediendo a tu nombre sobre la lista de Amigos, seleccionar ‘Editar’ y marcar las listas de reproducción que no quieres compartir en tu perfil.
Si, por ejemplo, quieres compartir una lista con un contacto en concreto, puedes hacerlo marcando el botón ‘Compartir’ cuando estés en ella y después seleccionando al amigo en la pestaña de Amigos de Spotify.
También puedes elegir desde el menú de Preferencias si haces públicas todas las listas de reproducción o ninguna.
Y es que quien más quien menos tiene algún que otro gusto musical inconfesable. Para quitarle hierro al tema los chicos de Spotify España han pedido a sus usuarios que compartan algunos de ellos, que harán una lista de reproducción para compartir. Puedes ver alguna confesiones en este post de su blog (necesitarás estar conectado a Facebook para poder leerlos).
Nada muy escandaloso, la verdad… 😉