¿Se te queda pequeña la pantalla del portátil? ¿No quieres renunciar a llevar un peso pequeño pero te hace falta un monitor grande? ¿Quieres que tu portátil se convierta en un PC de sobremesa cuando llevas a casa? Pues conecta el portátil a un monitor cuando llegues.
Es una solución simple pero efectiva, que tan solo te requerirá de un cable aparte al que conectar un monitor, que si lo compras bien (es decir, con sintonizador TDT), también te puede servir de televisor pequeño para alguna habitación o para la cocina.
La mayoría de portátiles nuevos de alta gama tienen una salida de monitor para que puedas hacerlo sin problemas a través de un cable D-Sub. Y algunas hasta tienen esta salida de alta definición (cable HDMI) para tener más calidad de imagen y una tecla especial para hacerlo en un minuto.
Si te apetece la comodidad, Samsung, por ejemplo, ha diseñado una gama especial de monitores llamada Central Station que permite conectar el portátil al monitor sin cables. Utiliza tecnología inalámbrica y funciona solo cuando los dispositivos están cerca. Si te alejas, además se apaga.
La gracia del sistema es que puede funcionar como una base para todo el portátil si le añades un teclado grande un ratón externo en alguno de sus cuatro puertos USB, o si le pones una cámara para pasar las fotos. El portátil solo pondrá el disco duro y trabajará como si fuera un sobremesa.
Utiliza tecnología USB 2.0 y 3.0, esta última más veloz, y recomiendan que lo uses con un portátil con Windows 7. Incluso se puede usar como segundo monitor del portátil. Y, además, cuando no uses el ordenador, le puedes poner un DVD, un Blu-Ray o una consola, y tener una pantalla más. Para usarlo como tele, le falta el sintonizador TDT.
Está en dos tamaños, de 23 y 27 pulgadas, y cuesta a partir de 359 euros. Un poco caro, pero piensa que es un LED de alta gama en 1080p.