Lo más de lo más ahora mismo es utilizar la última tecnología para ser más viejo que nadie. Back to 80’s, 70’s, 60’s… Hasta donde quieras. Es lo que hacen muchos programas que convierten tus fotos en imágenes que parecen tomadas hace décadas, aunque las hicieras hoy mismo y te haya faltado tiempo para enviarlas a Twitter o a Facebook. Y usando la cámara del móvil.
La fiebre la desató Hipstamatic, una aplicación para iPhone que, como en las cámaras Lomo o en la Harinezumi, distorsiona los colores para que parezcan casi quemados. Pero también hace más cosas. Como se puede elegir la cámara que filtra, se puede adoptar un tono más sepia, difuminar la imagen o hacerlo todo a la vez, lo que da un efecto más personal. El programa ha tenido tal éxito que ha dado pie a guías, páginas, blogs o foros de amantes de este tipo de fotos. Además hay un concurso impulsados por sus creadores, a donde se pueden enviar las instantáneas directamente desde el móvil.
También para iPhone están Instagram e Instamatic. Instamatic es un editor que aplica los efectos retros a fotos nuevas o a las que ya has tomado. Es bastante potente para ser de móvil, porque se pueden encajar, aclarar, distorsionar…
Instagram, en cambio, está pensado como una comunidad de fotos en las que aplicas filtros preestablecidos a las fotos que tomes o a las que tengas pero para luego mostrarlas en tu perfil público.
Si tienes Android, también hay aplicaciones propias del mismo estilo como Vignette o Retrocamara Plus (que tiene una versión gratuita más limitada) y que son muy parecidas a las anteriores.
Más novedosas para Android son Little Photo, que es gratuita y cuyos efectos se pueden superponer y elegir uno a uno. O Roidizer, que da el color de la Polaroid.
Totalmente adictiva la Retrocámara… a mí me gusta especialmente la opción de cámara que te permite hacer las fotos como si usaras una pinhole. Eso sí que es ser viejo, viejo, viejo… 8-))
Comments are closed.