El comparador de precios de Google, uno de los más potentes de la red, acaba de llegar a España todavía en versión beta (de pruebas). Google Shopping es una sección especial del buscador que permite comparar distintas categorías de productos o el mismo artículo en varias tiendas virtuales.
Todo depende de cómo busques. Si le pones «aspirador» te mostrará distintos tipos, a partir de los más populares. Si le indicas el modelo, te compara ese producto en distintas tiendas. Le puedes pedir que restrinja la búsqueda por precios, por tipos de envío (si es gratis o de pago), por uso (nuevo o de segunda mano), por rango de precios o por tienda, seleccionadas entre las más habituales de internet. Google Shopping solo funciona sobre comercios online, así que no esperes que lo compare con lo que tienen en la tienda de la esquina.
Google asegura que no hace dinero con la información que da en Google Shopping. No cobra ni a anunciantes ni a clientes, porque la transacción la realiza el cliente en los servidores de la tienda que elijas, no en Google. Es decir, te acompaña, pero el resto es cosa tuya.
El modelo de negocio de la compañía del buscador es, explican, los anuncios que aparecen en la página con fondo amarillo, y que ese supone que están relacionados con el tema que pides.
Google Shopping es uno de los productos que más tiempo lleva desarrollando Google. Comenzó como Froogle en el 2002 y en el 2007 pasó a llamarse Google Product Search. A medida que han ido abriendo el catálogo de propuestas del buscador, el nombre ya no se aguantaba, así que cambiaron a Google Shopping en enero. El servicio, que está pensado por países y depende de la implicación de los comerciantes locales, funciona en EEUU, Gran Bretaña, Australia, Francia, Japón, China, Italia, Países Bajos y ahora España.