Compartir información es la base de internet y todas disfrutamos mucho enviando correos con cosas divertidas a nuestras amigas. La moda actual es colgar esto en el Facebook: más sencillo, no hay que buscar direcciones y quien quiere se lo lee.
Pero si todavía eres de la vieja escuela y te da por reenviar todo aquello que recibes a tus amistades, te vamos a explicar por qué distribuir cadenas de mensajes puede ser muy malo.
Las cadenas de mensajes son una vía de entrada de virus y spam impresionante y muy efectiva, porque como el mensaje llega de un remitente que conoces, se abre sin dudarlo. Pero si las fotos del viaje de alguien o ese texto inspirador con consejos que denota que alguien tiene mucho tiempo libre es tan irresistible, al menos oculta las direcciones.
Además, si lo haces desde el trabajo, piensa que puede entrar en conflicto con la política del uso del correo electrónico en la empresa y puedes acabar teniendo un problema.
La mayoría de veces, sin embargo, la cadena envía una información supuestamente cierta: que tal producto es malísimo para la salud, que hay un niño desaparecido que es hijo de alguien conocido, que un virus te va a hacer explotar el ordenador, que Bin Laden está vivo o que Google va a empezar a cobrar (por mencionar algunas de las últimas).
Siempre son importantísimos, te va la vida en leerlos, es algo de lo que nadie ha avisado, siempre llevan muchos reenvíos… 🙂 Un drama, vamos.
Nada suele ser cierto. Son las llamadas leyendas urbanas, historias que alguien se inventó un día y que nadie se ha molestado en desmentir. Piensa que las noticias de verdad ya las leerás por otras vías y que la finalidad de este tipo de mensajes es recoger cuantos más correos mejor para poderte enviar más spam.
Si tienes dudas, hay páginas que te permiten comprobarlo:
http://www.truthorfiction.com/
http://esp.sophos.com/security/hoaxes/ (no está muy actualizado pero hay grandes clásicos)
http://www.seguridad.unam.mx/doc/?ap=articulo&id=121
