Ir cargando con lápices de memoria ya tan solo se justifica para aquellos documentos que exigen una protección especial (y aún así piensa que te lo pueden robar) o cuando es necesario traspasar varios tipos de archivos de una sola vez. Para todo lo demás, está la nube, es decir internet, que te permite acceder a tus documentos en todas partes.
Cuando hablan de “la nube” los informáticos se refieren a internet, y suelen aludir a todos aquellos programas o documentos que no están físicamente en el ordenador que utilizamos sino en un servidor al que accedemos desde ese ordenador. Pero la nube es también nuestro correo web (Hotmail, Gmail, Yahoo…) porque leemos y contestamos los mensajes desde una página web, no desde el servidor del ordenador. ¿Forma simple de averiguarlo? Cuando no va internet, no funciona.
La nube sirve también para almacenar documentos. Tanto fotos como vídeos (Flickr, Youtube, Vimeo…) como textos o hojas de cálculo son accesibles desde cualquier ordenador a través del navegador de internet. El ejemplo más fácil es Google Docs, un conjunto de programas de textos, cálculo, presentaciones, dibujos y formularios accesibles desde la cuenta que tengas en Google que pueden ser editados o compartidos por varias personas desde distintos lugares, o por una sola persona desde cualquier parte.
Pero hay más opciones. Microsoft creó Office Web Apps, para editar y crear documentos de Word, Excel, Power Point y OneNote en un navegador. El servicio, que es gratuito, va asociado a un espacio de disco, llamado Skydrive, en el que se pueden almacenar documentos y bajarlos a cualquier ordenador. Sirve también cuando has creado un texto en el Office instalado en el ordenador y tienes que acceder a él desde otra parte. Entonces, lo editas, lo devuelves a la nube, y desde allí lo vuelves a bajar al ordenador desde donde lo creaste. Perfecto para trabajar en casa. La aplicación móvil de este programa será una de las bazas de los teléfonos que Microsoft prepara con Nokia.
Otras opciones son Evernote o Springpad, que almacenan archivos PDF, páginas web o documentos de texto y presentaciones.
Evernote crea o almacena cualquier tipo de documento subiéndolo a la página web del programa o a través de una miniaplicación que se puede instalar en la barra del navegador que estés usando. Solo con configurar la cuenta, Evernote captura la página web que estés leyendo y luego la puedes ver desde el móvil, el iPad… u otro ordenador. El único problema es que organiza por fechas, no por tipo de documentos. Hay una versión gratuita, con un límite mensual de espacio (bastante amplio, por otra parte), o de pago, ilimitada.
Springpad tiene la gracia de que permite crear las libretas según el tipo de documento que sea y no solo por fechas, y que admite además fotos, audios y vídeos. Es, sin duda, el más completo. Desde el móvil, permite tomar una foto del código de barras de un libro, la interpreta como página web del libro y enlaza a ella. Y ofrece enlaces relacionados, como el vínculo con Amazon.
Los dos permiten crear etiquetas para organizar mejor los textos. Y se puede consultar también desde el móvil o el iPad. O como dicen en el vídeo, permiten pasar de ser el monstruo de las notas a la supermemoria.
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