La mayoría (tanto hombres como mujeres) somos curiosos por naturaleza y este hecho no pasa desapercibido para los ciberdelincuentes, es decir, a los criminales de Internet. Por eso la seguridad en la Red no se ciñe a tener un antivirus instalado en el ordenador. Hay otros aspectos a tener en cuenta para no tener sustos en tu navegación. Controlar esa curiosidad, especialmente según el remitente, es una de las principales recomendaciones si piensas abrir un correo de un desconocido.
Especialmente cuando el asunto o título del mensaje pretenda ser una respuesta (RE) o un reenvío (RV). Si estamos seguras de que no nos hemos puesto en contacto con esa persona y que es sobre todo un desconocido, desde Gadwoman te recomendamos hacer de tripas corazón y no abrir mensajes de correo electrónico procedentes de remitentes desconocidos o con frases como título del asunto un poco raras.
Quizás sea un admirador misterioso pero lo más probable es que sea un envío de spam con el objetivo de intentar algún tipo de timo, un virus o un troyano. Si es un timo, lo más probable es que te intenten, de alguna manera ingeniosa, sacar dinero, vendiéndote algún producto muy atractivo pero a la vez inexistente; o pedirte tus datos para verificar el estado de una cuenta o de un envío. Si es un virus o un troyano, la información que tengas en el ordenador se pone en peligro; el virus puede interferir en el funcionamiento del equipo o incluso borrar todo el contenido del disco duro (un caso extremo).
Si no puedes vencer la curiosidad o por casualidad abres el correo, te recomendamos que no hagas clic en enlaces que pueda contener. Y que tampoco te descargues documentos que haya anexos (words, PDF,…) y mucho menos que rellenes o envíes información personal tuya. Recuerda, que en estos casos, lo más habitual es que se trate de un correo electrónico con fines maliciosos y, en ese caso, lo mejor será borrarlo o al menos no realizar ninguna acción con el contenido en él.