Si recibes información curiosa, presentaciones graciosas, videos de Youtube o cualquier documento que consideras que debes compartir con tu agenda de amistades te recomendamos seguir un simple consejo: ponerte tú en el campo de destinatario y las direcciones de tus destinatarios en copia oculta (CCO o BCC, siglas en inglés para Blind carbon copy).
¿Por qué? El envío colectivo de mensajes crea largas cadenas en las que aparecen expuestas las direcciones de correo electrónico de todos los destinatarios a quien se ha ido haciendo llegar ese mensaje. Por un lado se muestran las direcciones electrónicas de un montón de personas que seguramente no han dado su consentimiento. Y no olvidemos que la dirección de correo electrónico es un dato personal y privado.
Por otro lado, estas cadenas, que se reenvían infinitamente, acaban por poner en manos de cibercriminales miles de direcciones de correo electrónico totalmente válidas, que si usaras la copia oculta no se verían. ¿Y qué hacen con todas esas direcciones? Pues crear bases de datos que luego venden a empresas que se dedican a enviar correos no solicitados, es decir, spam. Estos correos, a parte de ser molestos, tienen intenciones poco éticas: intentan vendernos productos inexistentes u obtener nuestros números de cuenta bancaria e información personal, entre otros cometidos.
Encontrarás más información en CopiaOculta.com o simplemente un enlace para reenviar a todas tus amigas que siguen sin usar esta opción. Y si te interesa profundizar en la LOPD, te recomendamos que visites la web de la Agencia de Protección de Datos.
Hola!! Gracias por la información, es muy útil, a partir de ahora utilizaré la copia oculta.
Un saludo para el equipo de gadwoman 🙂
Elvira
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